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Cofenat

Actualidad - ¿por qué la resaca te afecta cada vez más?

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28 de enero de 2022

¿Por qué la resaca te afecta cada vez más?

Quien más quien menos, todas sabemos lo que es una resaca. Exactamente, es ese estado de no poder con el mundo que sucede al día siguiente de haber bebido más alcohol del que tu organismo soporta. Sin embargo, aquellas resacas de tus 18 se solucionaban con un sueño reparador y un pastillazo, ¿te acuerdas? Seguramente no, porque no tienen nada que ver con los síntomas de las de ahora: dolor de cabeza, una sed espantosa, el estómago hecho trizas y cero ganas de quitarte el pijama ni de levantarte del sofá, por no hablar del estado de ánimo. En definitiva, un cuerpo serrano difícil de soportar.

Lo primero de todo, para comprender qué es lo que pasa en tu cuerpo cuando has bebido más de la cuenta, hemos hablado con un médico, un naturópata y un experto en coctelería. Así te podrás hacer una idea de lo que significa antes de enfrentarte a una batucada de mojitos. Disfrutar uno no es ningún pecado, pero ojo con pasarte. Porque además, a medida que cumples años, las resacas cada vez serán más incómodas.


La resaca se debe a que hay un exceso de toxinas que nuestro cuerpo necesita depurar. "Como no es capaz de hacerlo en un tiempo concreto, provoca todos estos síntomas. Una vez que nuestro organismo llega a un nivel casi cero de alcohol en sangre, es cuando empieza a manifestarse la sintomatología", explica Roberto San Antonio Abad, naturópata y presidente de Cofenat, Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales.

La verdadera razón tiene que ver con la edad. Si tus resacas son cada vez más molestas es porque, sencillamente, al cumplir años, los sistemas de desintoxicación del organismo se van haciendo más lentos y las enzimas que se encargan de metabolizar el alcohol (la alcohol deshidrogenasa (ADH), el citocromo P450 2E1 (CYP2E1) y la acetaldehído deshidrogenasa (ALDH) van perdiendo eficacia, especialmente en las mujeres, por razones genéticas. Como el alcohol se elimina más lentamente, convive con nuestros órganos más tiempo, por eso las resacas duran más.


En todo ese proceso, el alcohol pasa dos veces por el hígado; en su primera visita se transforma en acetaldehído, una sustancia bastante tóxica, y en su segunda vuelta, esta se hace acetato, la 'prima mala' de la primera. Además, con la edad, es mayor el porcentaje de grasa (esta es incapaz de absorber el alcohol y dificulta su dilución). Si a esto le añades que las mujeres la acumulamos más, ya tendrías otra respuesta.

Con 18 años, tu organismo está a tope, todos los órganos que lo componen trabajan a pleno pulmón para aprovechar el oxígeno que respiras, el agua que bebes, los nutrientes y las vitaminas de los alimentos... Pero con la edad, todo se enlentece, sobre todo si no haces ejercicio o secundas una alimentación poco equilibrada (esta sería también la razón por la que a medida que cumplimos años engordamos aunque sigamos las mismas rutinas). Así que por cada año que cumples, deberías tener este artículo más en cuenta. Esto es todo lo que provoca la resaca, y cada año, un poco más pronunciado:

Los síntomas de la resaca, uno a uno


La sed se produce porque el alcohol causa deshidratación; el dolor de cabeza, porque los vasos sanguíneos se dilatan; la fatiga, porque surgen una serie de inflamaciones y todo nuestro cuerpo está trabajando con una única finalidad: eliminar las toxinas. "La resaca comienza en el preciso instante en que tu cuerpo entiende que ya has dejado de introducirle toxinas, y es como si dijera: esto ya está tranquilo, me pongo a trabajar", argumenta el experto.


En realidad, la resaca "es una mezcla de deshidratación, inflamación y oxidación", cuenta el doctor Alfonso Galán, médico especialista en medicina antienvejecimiento, de la Clínica Neolife en Marbella. "Hay que tener en cuenta las recomendaciones de la comunidad científica acerca de la cantidad de alcohol máxima recomendada", recuerda el doctor. "Es de dos unidades de alcohol al día (una cerveza o una copa de vino) para los hombres, y de una unidad al día para las mujeres", traslada. "Cualquier cantidad de alcohol superior puede afectar a las neuronas, y aumenta la posibilidad de contraer cualquier tipo de cáncer relacionado con el sistema digestivo superior, desde la lengua hasta el esófago".


Y que mientras bebes, dejas de crear la hormona antidiurética, la que ordena a los riñones que retengan el agua, como explica Frank Lola, experto en destilados y socio fundador de la coctelería emocional Lovo. El tipo de alcohol también tiene mucho que ver. "De hecho, la Comunidad Europea permite solo un porcentaje mínimo de ciertos tipos de alcoholes, como por ejemplo del metanol, que se utilizaba antiguamente y que te podía dejar ciego, porque ataca al nervio óptico. De ahí viene la expresión "pillarse un ciego", cuenta. Ahora todo eso está controlado", comenta Frank Lola.


Remedios para minimizar la resaca

Está claro qué hay que hacer para no tener resaca. Sencillamente, no ingerir alcohol. Pero si quieres consumirlo en su justa medida, aquí van algunos tips para asegurarte que no habrá malestar al día siguiente:

Ingiere alimentos mientras bebas. Es esencial para evitar problemas mayores después. El plátano y las uvas están especialmente recomendados, porque tienen la particularidad de absorber las toxinas. La papaya y la piña contienen, papaína y bromelaína, respectivamente, dos enzimas que ayudan a recuperar la microbiota intestinal. Además, la piña es superdigestiva.

Toma probióticos la víspera para proteger la microbiota intestinal.

Por cada unidad de alcohol, toma la misma cantidad de agua. De hecho, en las mejores coctelerías siempre te pondrán un vaso de agua junto tu cóctel.

Antes de empezar a beber, prueba a tomar un vaso de agua con gas. Llenará tu estómago y no sentirás tanta compulsión a la hora de tomar alcohol.

Toma hidratos de carbono antes de irte a dormir o después de haber bebido, o una cápsula de vitamina C.

No mezcles el alcohol con bebidas azucaradas. El azúcar es un estimulante, y el alcohol te hará sentir peor.

Si eres deportista, practica por la mañana si sabes que vas a beber por la tarde. Activarás tu metabolismo, que estará mejor preparado.


Y si sientes la resaca al día siguiente, sigue estos consejos de los expertos consultados:


Para la sed: tomar una bebida alcalina, como por ejemplo la limonada alcalina. Se hace añadiendo a un litro de agua el zumo de dos limones, 50 gramos de azúcar y la punta de una cucharilla de sal. Te preguntarás cómo el limón puede ser alcalino si es un ácido. Lo que no sabes es que el limón, al entrar en contacto con el organismo, se vuelve alcalino.

Para el dolor de cabeza: infusiones de gingko biloba o de sauce.

Para las náuseas o vómitos: infusiones de jengibre (salvo si estás tomando anticoagulantes, porque el jengibre inhibe la agregación plaquetaria).

Para recuperar el tono del estómago: el aloe ayuda a recuperar el pH y la mucosa gástrica que se carga el alcohol. El jugo de nopal también es recomendable. El arroz y la avena, por su parte, ayudan a neutralizar los ácidos del cuerpo para hacer frente a la fatiga.


Los mitos en torno a la resaca

Que si el Bloody Mary, que si beber un poquito de alcohol, que si tomar azúcar, vitaminas... Los remedios de tradición popular circulan por ahí sin ninguna evidencia científica, pero la mayoría no son más que lugares comunes. ¿Qué hay de cierto en cada uno de ellos?

El vodka no deja resaca. Es una verdad a medias, porque los licores con color tienen más sustancias extra además del etanol frente a las bebidas blancas. Los licores más oscuros como el cognac, el whisky o el bourbon, e incluso el vino tinto, llevan congéneres (sustancias que aparecen en la destilación) como el metanol, más agresivos. Puede que esa sea parte de la leyenda de que un Bloody Mary (vodka con zumo de tomate aderezado) te la quita.

Tomar un comprimido de vitamina B después de beber. No hay evidencia científica.
Hay que seguir bebiendo. Rotundamente, no. Si el cerebro nunca recibe la señal de que dejamos de beber, solo retrasaremos (y aumentaremos) la resaca.

FUENTE: COSMOPOLITAN