Estudios recientes indican que la reducción del índice de masa corporal (IMC) puede ser importante para la prevención de la artroplastia total de la rodilla (ATC), sobre todo para pacientes cuyo peso sea mayor de 40 kg/ m², aunque aún no está claro el impacto del adelgazamiento en el descenso del riesgo de la cirugía. Perder peso podría tener consecuencias perjudiciales para la articulación 

 Sin embargo, la bajada de peso podría tener consecuencias perjudiciales para la articulación, por la pérdida de músculo y por el riesgo de desarrollar obesidad sarcopénica, que se caracteriza por un aumento en la masa grasa y una disminución en la masa muscular.

Es cierto que el exceso de peso puede desgastar nuestras articulaciones, así como incrementar el ritmo al que se deterioran los cartílagos que nos protegen del roce entre los huesos. Al aumentar el peso sobre las articulaciones crece también la fricción, y esto provoca que seamos más propensos a desarrollar degeneración prematura. Además, este sobrepeso también puede generar inflamación, peor movilidad y evidentemente mayor propensión a la diabetes e hipertensión, y también a la obesidad, sobre todo en el caso de los niños. No hay una relación necesaria entre pérdida de peso y reducción de la artroplastia de la rodilla 

Concretamente, en una revisión llevada a cabo por un grupo de investigadores canadienses, al examinar las últimas pruebas que apoyan la pérdida de peso en adultos con obesidad y osteoartritis de rodilla avanzada, se observa que no hay una relación necesaria entre la primera y la reducción de la ATC, y no hay indicios de que el riesgo individual de los pacientes disminuya al reducir su IMC de un umbral de menos de 40 kg/m².

Además, los estudios que han concluido que hay beneficios en la pérdida de peso para osteoartritis no han incluido en su investigación a pacientes con un índice de masa corporal mayor de 40 kg/m² o con un trastorno articular más avanzado. Es decir, no hay evidencia de que una pérdida de kilos prequirúrgica tenga resultados de cara a la prevención de la artroplastia total de la rodilla, y hasta que se llegue a conclusiones científicas más claras, lo mejor es que los médicos examinen las necesidades, riesgos e historial de cada paciente de forma individual, sin aplicar o recomendar decisiones de forma general. 

Aun así, es evidente que un IMC equilibrado y que corresponda a nuestra edad y altura es ideal para prevenir problemas en articulaciones y cartílagos, y mantener un peso saludable reduce drásticamente muchos riesgos de salud de este tipo.

Remedios naturales para evitar los dolores articulares

Hay muchas maneras de reducir los dolores articulares, que no solo se presentan cuando tenemos sobrepeso. Desde la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, COFENAT, nos recomiendan recurrir a la fitoterapia. En este sentido, existen plantas que pueden aliviar los molestos dolores, como el romero, cuyas propiedades antioxidantes han demostrado ser eficaces contra el desgaste de los cartílagos en pacientes con artrosis.

Por otro lado, las propiedades diuréticas de la ortiga contribuyen a la eliminación de los líquidos que se retienen en las articulaciones inflamadas. El jengibre, por su parte, se utiliza para disminuir el dolor, y el abedul, por sus propiedades antiinflamatorias, es un excelente aliado para tratar la artritis y la artritis reumatoide. Otros remedios caseros que actúan como antiinflamatorios son la cola de caballo y la cúrcuma.