Medios
Cofenat en los medios
Medio: Bioeco Actual
Fecha: 01/03/2020
Autor: Luis Jiménez
Cita: Terapias florales Cofenat
Tipo: Prensa
Experto: Luis Jiménez, Responsable del Comité Científico de Terapia Floral de COFENAT
Terapia Floral, más que remedios: una vía hacia el desarrollo interior
La Terapia Floral, método natural de salud que utiliza los remedios florales elaborados por Edward Bach, se ha convertido en las últimas décadas en una de las Terapias Naturales más solicitadas. Su expansión es constante en cuanto a popularidad y recomendación de uso por los profesionales de la Salud Natural. Para la Terapia Floral lo fundamental es la congruencia: expresar lo que uno es, de acuerdo a su verdadera naturaleza. Por ello fomenta la individualidad, cómo fidelidad
a uno mismo, pues fruto de ello emergerá la paz y la alegría. Nos adentramos en un nuevo paradigma, donde el sentido del ejercicio profesional se centra en el desarrollo de la conciencia y no en la erradicación de los síntomas.
Edward Bach decía que no se erradicaría la enfermedad hasta que no fuera abolida la ignorancia, refiriéndose con ello al desconocimiento de uno mismo y de las verdaderas leyes de la naturaleza. Las personas que llegan a las consultas, sean estas de terapias naturales o médicas, buscan sentirse “en paz”. Sus dolencias, ya sean físicas o psíquicas, les han sacado de esa dimensión donde la vida se percibe como creativa y luminosa, donde las cosas encajan y uno está en su “sitio” sin importar cuál sea éste.
La visión actual de la medicina busca eliminar la enfermedad, como único objetivo, sin tener en cuenta el sentido que la enfermedad tiene en la vida. El paciente quiere estar en paz, que le quiten un dolor, un pesar, un mal humor, una irritación o cualquier otra causa que le haga sufrir. Pero en realidad estos síntomas solo son los símbolos que nos “hablan” de su verdadera enfermedad: el alejamiento de su auténtico ser, de su genuina forma de sentir. Todos buscamos “ser”, lo único que necesitamos es saber de nosotros mismos, conocernos, conectar con la vocación, y descubrir el sentido de nuestro sufrimiento.
El Terapeuta Floral debe cumplir esta función ayudando al paciente a encontrarse a sí mismo, ser testigo del Alma, de él mismo, y esto solo llega si uno atiende a los entresijos de su propia naturaleza, si atiende a las emociones y siente con la mirada serena y dispuesta a saber de sí, si dirige su atención a las sensaciones que le inquietan, si le pone nombre a los miedos y habla de ellos, en definitiva si abre los ojos y se reconoce como lo que verdaderamente es. Edward Bach desarrolló un sistema integral de salud, en el que describe 12 tipologías de personalidad y los desvíos de estas, que pueden estudiarse en las 38 descripciones que integran su sistema, como elementos constitutivos del psiquismo humano. Partiendo de las 12 tipologías de personalidad podemos definir las tendencias vitales que un ser humano desarrollará en su tránsito por la existencia carnal, por lo que conociendo la tipología de personalidad sabremos, como escribe Bach: Su objetivo y su trabajo en la vida y el remedio que le asistirá en este trabajo.
A partir de aquí, y tras años de investigación, creamos la Terapia Floral Evolutiva, un modelo que fomenta el desarrollo de la consciencia, y utiliza las esencias florales como catalizadores y símbolos para explorar los arquetipos que constituyen el inconsciente de todo ser y el inconsciente colectivo de la humanidad. Para ayudar a cualquier ser humano a internarse con seguridad en su propio universo interior y recuperar la conciencia de sí, y con ello mantener su objetivo vital y el sentido de su propia existencia de acuerdo al mandato de su Alma, su real ser.
a uno mismo, pues fruto de ello emergerá la paz y la alegría. Nos adentramos en un nuevo paradigma, donde el sentido del ejercicio profesional se centra en el desarrollo de la conciencia y no en la erradicación de los síntomas.
Edward Bach decía que no se erradicaría la enfermedad hasta que no fuera abolida la ignorancia, refiriéndose con ello al desconocimiento de uno mismo y de las verdaderas leyes de la naturaleza. Las personas que llegan a las consultas, sean estas de terapias naturales o médicas, buscan sentirse “en paz”. Sus dolencias, ya sean físicas o psíquicas, les han sacado de esa dimensión donde la vida se percibe como creativa y luminosa, donde las cosas encajan y uno está en su “sitio” sin importar cuál sea éste.
La visión actual de la medicina busca eliminar la enfermedad, como único objetivo, sin tener en cuenta el sentido que la enfermedad tiene en la vida. El paciente quiere estar en paz, que le quiten un dolor, un pesar, un mal humor, una irritación o cualquier otra causa que le haga sufrir. Pero en realidad estos síntomas solo son los símbolos que nos “hablan” de su verdadera enfermedad: el alejamiento de su auténtico ser, de su genuina forma de sentir. Todos buscamos “ser”, lo único que necesitamos es saber de nosotros mismos, conocernos, conectar con la vocación, y descubrir el sentido de nuestro sufrimiento.
El Terapeuta Floral debe cumplir esta función ayudando al paciente a encontrarse a sí mismo, ser testigo del Alma, de él mismo, y esto solo llega si uno atiende a los entresijos de su propia naturaleza, si atiende a las emociones y siente con la mirada serena y dispuesta a saber de sí, si dirige su atención a las sensaciones que le inquietan, si le pone nombre a los miedos y habla de ellos, en definitiva si abre los ojos y se reconoce como lo que verdaderamente es. Edward Bach desarrolló un sistema integral de salud, en el que describe 12 tipologías de personalidad y los desvíos de estas, que pueden estudiarse en las 38 descripciones que integran su sistema, como elementos constitutivos del psiquismo humano. Partiendo de las 12 tipologías de personalidad podemos definir las tendencias vitales que un ser humano desarrollará en su tránsito por la existencia carnal, por lo que conociendo la tipología de personalidad sabremos, como escribe Bach: Su objetivo y su trabajo en la vida y el remedio que le asistirá en este trabajo.
A partir de aquí, y tras años de investigación, creamos la Terapia Floral Evolutiva, un modelo que fomenta el desarrollo de la consciencia, y utiliza las esencias florales como catalizadores y símbolos para explorar los arquetipos que constituyen el inconsciente de todo ser y el inconsciente colectivo de la humanidad. Para ayudar a cualquier ser humano a internarse con seguridad en su propio universo interior y recuperar la conciencia de sí, y con ello mantener su objetivo vital y el sentido de su propia existencia de acuerdo al mandato de su Alma, su real ser.