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Mon, 31 May 2021 08:08:21 +0200
¿Cómo se recupera una Fractura?

31 de mayo de 2021
Las fracturas se “sueldan” de forma natural posteriormente a que se haya producido una rotura ósea de forma traumática. Esta consolidación del hueso es muy parecida a cuando se produce una rotura en las fibras musculares o de tejidos blandos con la diferencia de que aquí se depositan minerales sobre el tejido transformándolo en un hueso que se une en forma de “callo”. Esto se busca para poder devolver las propiedades mecánicas y físicas que antes tenía ya que en caso contrario perderá su funcionalidad.
Al inicio de romperse un hueso, en sus primeras horas, se da una gran hemorragia que forma hematoma, coágulos, se liberan una serie de sustancias químicas y se acumulan líquidos en torno a dicho espacio como consecuencia del trauma. Posteriormente a medida que el cuerpo va drenando con el paso de los días todos estos líquidos y residuos derivados de la rotura, nuestro cuerpo empieza a invertir recursos en lo que se puede considerar la primera fase de lo que un día será una consolidación total.
Esta primera fase se suele dar entre los primeros días hasta unos 10 días posteriores a la fractura , donde se encarga de ir depositando pequeños gránulos blandos en los fragmentos rotos como si fuera un “pegamento” intentando crear una superficie de unión entre dichos puntos, a partir de aquí comienza una segunda fase.
La segunda fase sería el resultado de la acumulacion del trabajo mencionado anteriormente hasta la segunda o tercera semana donde ya empezaria a distinguirse un callo blando, tanto interno como externo ( este último de cartílago) es solo entonces donde nuestro organismo está preparado para pasar a una tercera fase.
En esta tercera fase el cartílago que se empezaba a formar en la parte externa es sustituido por hueso y ya se han eliminado los fragmentos rotos, el cuerpo ha unido los extremos de las fracturas de una forma más eficiente pero sin haber recuperado todavía su densidad y solidez natural. Cuando esto sucede ya estamos más cerca de que nuestro hueso pase a su cuarta y última fase de recuperación.
En esta cuarta y última fase se busca la formación de un cuerpo calloso duro que estabiliza y protege totalmente la zona fracturada, para esto se tienen que liberar y depositar adecuadamente minerales como el fosfato y el calcio, para lo cual se suele aconsejar empezar a apoyar despacio y progresivamente la zona, ya que esto facilita el crecimiento del hueso debido a que nuestro cuerpo entiende que hay que trabajar en esa zona porque hay una demanda sobre ella.

Además de ser beneficioso para que se forme un hueso fuerte y duro también es necesario para que tenga una cierta elasticidad, esta es una propiedad desconocida pero vital en sí misma para prevenir o disminuir el riesgo de futuras fracturas, a esta fase se la conoce como fase de remodelación y es la última hasta que se considera que está totalmente reparada y consolidada.
Es importante señalar que los periodos aqui citados son variables sobretodo en la tercera y cuarta fase que son las fases donde esta fracturas se empiezan a “unir” dependiendo del tipo de fractura, forma, tamaño de la misma y factores asociados a la persona, como son la edad, el sexo, patologias, trastornos previos…. son tantos los factores que pueden condicionar y retrasar la buena consolidación de una fractura que vamos a citar algunos de los más comunes:
-mala reducción de la fractura, ya que si al reducir una fractura entre los fragmentos queda movimiento esta consolidación se va a retrasar.
-falta de calcio.
-alteración hormonal.
-dosis altas o prolongadas de algunos medicamentos como corticoides y algunos fármacos dedicados a la quimioterapia.
-infección de la zona fracturada.
-fracturas que se producen en un hueso que previamente está débil.
-osteoporosis.
-metástasis óseas.
-necrosis.
-osteosíntesis.
-no respetar los tiempos y protocolos en las fases de cicatrización del hueso.
Como siempre desde COFENAT os animamos a acudir a un profesional para que os asesore y valore la conveniencia de actuar o no con el objetivo de que esta fractura se consolide adecuadamente y de forma funcional ya que existen muchas herramientas a su disposición para que esto pase, como son herramientas manuales a modo de drenaje o trabajo sobre el tejido afectado, con estimulos electricos o mecanicos, vendajes compresivos o neuromusculares o la toma de suplementación, son algunos de las muchos métodos a los que se pueden recurrir para conseguir nuestra meta final, volver a nuestra actividad y vida diaria lo mejor y más pronto posible!!
www.cofenat.es
Al inicio de romperse un hueso, en sus primeras horas, se da una gran hemorragia que forma hematoma, coágulos, se liberan una serie de sustancias químicas y se acumulan líquidos en torno a dicho espacio como consecuencia del trauma. Posteriormente a medida que el cuerpo va drenando con el paso de los días todos estos líquidos y residuos derivados de la rotura, nuestro cuerpo empieza a invertir recursos en lo que se puede considerar la primera fase de lo que un día será una consolidación total.
Esta primera fase se suele dar entre los primeros días hasta unos 10 días posteriores a la fractura , donde se encarga de ir depositando pequeños gránulos blandos en los fragmentos rotos como si fuera un “pegamento” intentando crear una superficie de unión entre dichos puntos, a partir de aquí comienza una segunda fase.
La segunda fase sería el resultado de la acumulacion del trabajo mencionado anteriormente hasta la segunda o tercera semana donde ya empezaria a distinguirse un callo blando, tanto interno como externo ( este último de cartílago) es solo entonces donde nuestro organismo está preparado para pasar a una tercera fase.
En esta tercera fase el cartílago que se empezaba a formar en la parte externa es sustituido por hueso y ya se han eliminado los fragmentos rotos, el cuerpo ha unido los extremos de las fracturas de una forma más eficiente pero sin haber recuperado todavía su densidad y solidez natural. Cuando esto sucede ya estamos más cerca de que nuestro hueso pase a su cuarta y última fase de recuperación.
En esta cuarta y última fase se busca la formación de un cuerpo calloso duro que estabiliza y protege totalmente la zona fracturada, para esto se tienen que liberar y depositar adecuadamente minerales como el fosfato y el calcio, para lo cual se suele aconsejar empezar a apoyar despacio y progresivamente la zona, ya que esto facilita el crecimiento del hueso debido a que nuestro cuerpo entiende que hay que trabajar en esa zona porque hay una demanda sobre ella.

Además de ser beneficioso para que se forme un hueso fuerte y duro también es necesario para que tenga una cierta elasticidad, esta es una propiedad desconocida pero vital en sí misma para prevenir o disminuir el riesgo de futuras fracturas, a esta fase se la conoce como fase de remodelación y es la última hasta que se considera que está totalmente reparada y consolidada.
Es importante señalar que los periodos aqui citados son variables sobretodo en la tercera y cuarta fase que son las fases donde esta fracturas se empiezan a “unir” dependiendo del tipo de fractura, forma, tamaño de la misma y factores asociados a la persona, como son la edad, el sexo, patologias, trastornos previos…. son tantos los factores que pueden condicionar y retrasar la buena consolidación de una fractura que vamos a citar algunos de los más comunes:
-mala reducción de la fractura, ya que si al reducir una fractura entre los fragmentos queda movimiento esta consolidación se va a retrasar.
-falta de calcio.
-alteración hormonal.
-dosis altas o prolongadas de algunos medicamentos como corticoides y algunos fármacos dedicados a la quimioterapia.
-infección de la zona fracturada.
-fracturas que se producen en un hueso que previamente está débil.
-osteoporosis.
-metástasis óseas.
-necrosis.
-osteosíntesis.
-no respetar los tiempos y protocolos en las fases de cicatrización del hueso.
Como siempre desde COFENAT os animamos a acudir a un profesional para que os asesore y valore la conveniencia de actuar o no con el objetivo de que esta fractura se consolide adecuadamente y de forma funcional ya que existen muchas herramientas a su disposición para que esto pase, como son herramientas manuales a modo de drenaje o trabajo sobre el tejido afectado, con estimulos electricos o mecanicos, vendajes compresivos o neuromusculares o la toma de suplementación, son algunos de las muchos métodos a los que se pueden recurrir para conseguir nuestra meta final, volver a nuestra actividad y vida diaria lo mejor y más pronto posible!!
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