Blog Terapias Naturales
Información de interés
Entradas
-
2022
-
Diciembre
- El papel de la acupuntura para el dolor miofascial
- 7 tips para no engordar en estas fiestas de Navidad
- Claves para diferenciar un buen procesado de un ultraprocesado
- Homeopatía para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad
- El Biomagnetismo y su conexión con la acupuntura
- Cómo equilibrar tu salud con oligoelementos
- Programa de ejercicios de yoga en pacientes con dolor neuropático
-
Noviembre
- Remedios naturales para acabar con el dolor de garganta
- Terapia homeopática en el tratamiento de la periodontitis crónica
- Semillas de chía, las reinas del omega-3
- El efecto de un programa de ejercicios de yoga en pacientes con dolor neuropático
- El marketing inmoral de las Terapias Naturales
- Investigación sobre los efectos de la electroacupuntura comparado con el diclofenaco
- Pilates: salud y bienestar
- Estudio transversal transcultural sobre naturopatia
-
Octubre
- Los 7 alimentos con más isoflavonas
- Eficacia de la acupuntura para la prostatitis crónica
- La enzima única de la piña que es capaz de evitar los coágulos
- Efecto de la manipulación osteopática de la articulación sacroilíaca vs electroterapia
- Podcasts sobre inteligencia artificial y Terapias Naturales
- Acupuntura como tratamiento complementario para el dolor en niños hospitalizados
- ¿Realmente nos afecta orgánicamente lo que pensamos?
- Manipulación osteopática: energía muscular y procedimientos para el músculo psoas
- Aceite esencial de Litsea cubeba: propiedades y para qué usarlo
-
Septiembre
- Entrevista sobre termografía clínica
- Suplementos específicos para el hombre
- Naturopatía en la atención primaria de salud de Australia
- 5 ‘tips’ para evitar las indigestiones veraniegas
- Tratamiento de los trastornos de cefalea con acupuntura: un estudio retrospectivo de 6 años
- ‘Síndrome postvacacional’, mejor con Terapias Naturales
- Tratamiento homeopático individualizado del acné
- La OMS apuesta por las Terapias Naturales
- Tratamiento con acupuntura en la parálisis facial periférica
- Agosto
-
Julio
- Percepción de la naturopatía para pacientes mujeres con cáncer ginecológico metastásico
- ¿Por qué son tan curativos los barros y arcillas?
- Acupuntura para el tratamiento de los síntomas asociados con la corea-acantocitosis
- ¿Cómo influyen los dolores a nivel estructural y emocional?
- Pacientes que buscan tratamiento de naturopatía y yoga en la India
- Hablamos sobre colesterol y triglicéridos
- Acupuntura en el tratamiento de adicción a las drogas
-
Junio
- Conoce la quercetina: beneficios, usos, fuentes y más
- Acupuntura para la prostatitis crónica
- Disruptores endocrinos: asesinos silenciosos
- Charla sobre el correcto etiquetado que hay en los alimentos que compramos en el supermercado
- Tratamiento osteopático para lumbalgia y el dolor pélvico durante y después del embarazo
- El equipo jurídico de COFENAT vuelve a ser vital para uno de sus socios.
- Meditar alarga la vida, combate enfermedades!
- Entrevista a Silvia Carbonell sobre Hipnosis
- Recomendaciones para una buena salud cardiovascular
-
Mayo
- Acupuntura ocular para pacientes con insomnio después del accidente cerebrovascular.
- Todo sobre la Musicoterapia
- Chi Kung, controla tu respiración
- Coaching Holístico ¿Qué es?
- Las Terapias Naturales mejoran la calidad de vida de las personas
- Tratamiento de manipulación osteopática en niños con asma
- Acetilcolina: facilitación entre neuronas
- Las terapias alternativas para el manejo de pacientes con dolor crónico
- Los minerales y su importancia
-
Abril
- Hypericum perforatum para mejorar el dolor posoperatorio
- La eficacia de la alimentación basada en plantas o vegana
- El Yoga tiene efectos favorables sobre el estrés, el agotamiento y el bienestar.
- Cinco ingredientes naturales para combatir el colesterol malo
- La manipulación frecuente de las variables del entrenamiento promueve cambios miofibrilares en entrenamientos de fuerza
- Medicina Integrativa y Holística Naturopática
- ¿Es eficaz el árnica homeopático para la recuperación postoperatoria?
- Hoy tenemos el primer especial sobre la exención del IVA de SOMOS NATURALES.
-
Marzo
- Práctica naturopática internacional y características de los pacientes: resultados de un estudio transversal en 14 países
- Episodio 10 de vuestro podcast favorito.
- Técnicas de manipulación de baja amplitud y alta velocidad
- El Reiki
- Medicina naturopática para la prevención de enfermedades cardiovasculares: ensayo clínico aleatorizado
- Entrevista a Silvia Moya del servicio jurídico de COFENAT y a Luis Fernández, director de Fitoki
- Osteopatía manipulativa y sus implicaciones en el cambio del tejido
- Otra Victoria para un socio de COFENAT de nuestro equipo jurídico
- ¿Conoces el Hipérico?
-
Febrero
- La Osteopatía es eficaz después de la cirugía cardiaca con esternotomía.
- ¿Quieres saber cómo puedes potenciar la belleza de tu piel desde tu interior?
- Entrevista a Luís Jiménez y Jorge Sánchez en Somos Naturales.
- El “consentimiento informado” de las terapias naturales
- Cúrcuma: sus 4 principales propiedades médicas (y cómo tomarla)
- Evaluación de la función pulmonar después del tratamiento de manipulación osteopática frente a la rehabilitación pulmonar estándar
- ¿Qué es la Yemoterapia?
- Elementos más utilizados en la suplementación deportiva
-
Enero
- Lo más natural para combatir la tos y el resfriado
- Grupo de acupuntura en atención primaria para veteranos con dolor.
- Claudia Arango responsable de la comisión de Haloterapia en Cofenat
- El Síndrome Compartimental
- Tratamiento con acupuntura para el síndrome de fatiga crónica
- ¿Buscas un detox para después de las comilonas?
- Los beneficios de la geoterapia
- Tratamiento osteopático versus programa de ejercicio en corredores con síndrome de dolor femororotuliano
-
Diciembre
Thu, 25 May 2023 00:30:00 +0200
Omega-3 y microbiota

25 de mayo de 2023
Mucho se habla de los beneficios para la salud de las grasas de tipo omega-3 y también está en pleno auge todo lo referente a la microbiota intestinal y su impacto en muchas enfermedades. Así, la pregunta lógica es, ¿es la ingesta de omega-3 importante para nuestra «flora» intestinal? Y la respuesta es un rotundo sí.
Los microorganismos intestinales juegan un papel vital en la salud y los alimentos que tomamos con sus nutrientes ejercen profundos efectos sobre ellos, y viceversa, la microbiota intestinal ejerce un efecto sobre cómo aprovechamos esos nutrientes.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de la dieta están muy relacionados con nuestra microbiota pues participan en la regulación de la inmunidad intestinal, en el equilibrio y funcionalidad del intestino, en el metabolismo de los ácidos grasos, etc. Aunque todavía quedan muchos detalles por conocer, los estudios en la actualidad muestran datos reveladores. Los omega-3 afectan a la composición de la microbiota, favoreciendo el equilibrio y evitando las alteraciones (disbiosis).
La ingesta de aceite rico en omega-3 ha demostrado reducir enterobacterias patógenas y favorecer la presencia de bacterias beneficiosas como bifidobacterias, lactobacillus y akkermansia, ésta última imprescindible para mejorar la función de barrera de la mucosa intestinal.
También se ha observado que pueden ayudar a mejorar la composición de la microbiota en personas con disbiosis, pueden reducir los niveles de sustancias proinflamatorias y aumentar la producción de compuestos antiinflamatorios, como el butirato (un ácido graso de cadena corta).
Además, los estudios de modelos animales indican que los ácidos grasos omega-3 ayudan a mantener la integridad de la pared intestinal e interactúan con las células inmunitarias. Todo esto quiere decir que son imprescindibles para que nuestro intestino mantenga una buena funcionalidad, en la absorción de nutrientes, una correcta función antiinflamatoria y un óptimo funcionamiento de nuestro sistema inmunitario.
Y por si eso fuera poco, los estudios en humanos y animales más recientes han resaltado la capacidad de estas grasas saludables para influir en el eje de comunicación intestino-cerebro, actuando a través de la composición de la microbiota intestinal.
El 19 de mayo se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, patologías que aparecen cada año en 16 personas de cada 100.000 habitantes (datos del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas). Son enfermedades inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, y evolucionan en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas). Alteran la capacidad para digerir los alimentos y absorber los nutrientes y comparten síntomas como diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito o pérdida de peso.
La colitis ulcerosa afecta a la pared del intestino grueso (colon) y la enfermedad de Crohn puede aparecer en cualquier parte del aparato digestivo (desde la boca hasta el ano). Muchos estudios han mostrado que los omega-3 son sustrato clave para la producción de sustancias antinflamatorias, que pueden regular y atenuar estos procesos inflamatorios y conducir a la remisión de las EII, por lo que podrían considerarse como una ayuda complementaria a su tratamiento.
El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) son las dos formas activas principales. Los estudios que han evaluado todos estos beneficios se han realizado con dosificaciones de entre 600mg y 4g de EPA+DHA al día. Las ingestas dietéticas recomendadas son habitualmente más bajas, 250mg de EPA+DHA diarios, pues están evaluadas como mínimos imprescindibles y, aun así, muchas personas no llegan ni siquiera a ellas. La OMS recomienda el consumo mínimo de 2 raciones de 150g de pescado a la semana para llegar a ese promedio mínimo, sin embargo, la realidad dista mucho de lo ideal.
El EPA y el DHA se pueden sintetizar a partir del precursor esencial, el ácido α-linolénico (ALA) que se encuentra en alimentos vegetales como las nueces o las semillas de lino. Sin embargo, su producción requiere de varias reacciones químicas que además comparten con las grasas omega-6, por lo que la conversión a estas dos formas activas es mucho menos eficiente que la ingesta dietética directa. Por este motivo es tan importante consumir alimentos ricos en EPA y DHA, como el pescado azul, algunas algas como Schizochytrium sp o complementos alimenticios que los contengan.
Fuente: ElbotiquinNatural
www.cofenat.es
Fuente imágenes: sportlife
Los microorganismos intestinales juegan un papel vital en la salud y los alimentos que tomamos con sus nutrientes ejercen profundos efectos sobre ellos, y viceversa, la microbiota intestinal ejerce un efecto sobre cómo aprovechamos esos nutrientes.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de la dieta están muy relacionados con nuestra microbiota pues participan en la regulación de la inmunidad intestinal, en el equilibrio y funcionalidad del intestino, en el metabolismo de los ácidos grasos, etc. Aunque todavía quedan muchos detalles por conocer, los estudios en la actualidad muestran datos reveladores. Los omega-3 afectan a la composición de la microbiota, favoreciendo el equilibrio y evitando las alteraciones (disbiosis).
La ingesta de aceite rico en omega-3 ha demostrado reducir enterobacterias patógenas y favorecer la presencia de bacterias beneficiosas como bifidobacterias, lactobacillus y akkermansia, ésta última imprescindible para mejorar la función de barrera de la mucosa intestinal.
También se ha observado que pueden ayudar a mejorar la composición de la microbiota en personas con disbiosis, pueden reducir los niveles de sustancias proinflamatorias y aumentar la producción de compuestos antiinflamatorios, como el butirato (un ácido graso de cadena corta).
Además, los estudios de modelos animales indican que los ácidos grasos omega-3 ayudan a mantener la integridad de la pared intestinal e interactúan con las células inmunitarias. Todo esto quiere decir que son imprescindibles para que nuestro intestino mantenga una buena funcionalidad, en la absorción de nutrientes, una correcta función antiinflamatoria y un óptimo funcionamiento de nuestro sistema inmunitario.
Y por si eso fuera poco, los estudios en humanos y animales más recientes han resaltado la capacidad de estas grasas saludables para influir en el eje de comunicación intestino-cerebro, actuando a través de la composición de la microbiota intestinal.
El 19 de mayo se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, patologías que aparecen cada año en 16 personas de cada 100.000 habitantes (datos del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas). Son enfermedades inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, y evolucionan en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas). Alteran la capacidad para digerir los alimentos y absorber los nutrientes y comparten síntomas como diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito o pérdida de peso.
La colitis ulcerosa afecta a la pared del intestino grueso (colon) y la enfermedad de Crohn puede aparecer en cualquier parte del aparato digestivo (desde la boca hasta el ano). Muchos estudios han mostrado que los omega-3 son sustrato clave para la producción de sustancias antinflamatorias, que pueden regular y atenuar estos procesos inflamatorios y conducir a la remisión de las EII, por lo que podrían considerarse como una ayuda complementaria a su tratamiento.
El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) son las dos formas activas principales. Los estudios que han evaluado todos estos beneficios se han realizado con dosificaciones de entre 600mg y 4g de EPA+DHA al día. Las ingestas dietéticas recomendadas son habitualmente más bajas, 250mg de EPA+DHA diarios, pues están evaluadas como mínimos imprescindibles y, aun así, muchas personas no llegan ni siquiera a ellas. La OMS recomienda el consumo mínimo de 2 raciones de 150g de pescado a la semana para llegar a ese promedio mínimo, sin embargo, la realidad dista mucho de lo ideal.
El EPA y el DHA se pueden sintetizar a partir del precursor esencial, el ácido α-linolénico (ALA) que se encuentra en alimentos vegetales como las nueces o las semillas de lino. Sin embargo, su producción requiere de varias reacciones químicas que además comparten con las grasas omega-6, por lo que la conversión a estas dos formas activas es mucho menos eficiente que la ingesta dietética directa. Por este motivo es tan importante consumir alimentos ricos en EPA y DHA, como el pescado azul, algunas algas como Schizochytrium sp o complementos alimenticios que los contengan.
Fuente: ElbotiquinNatural
www.cofenat.es
Fuente imágenes: sportlife
Omega 3, microbiota, Terapias Naturales, Usoterapiasnaturales, Salud, salud natural, Medicina Natural, Medicina integrativa, Cofenat